Pasos imprescindibles antes de
comprar una casa.
Al comprar una casa, se deben
tomar una serie de precauciones previas a la entrega de la señal que reserva el
inmueble
Comprar una vivienda es uno de los
desembolsos económicos de mayor cuantía que se hace a lo largo de la vida. Sin
embargo, en algunos casos, personas que han adquirido un piso han conocido
después que pesaba sobre él una hipoteca que ahora no pueden pagar o que no era
propiedad del vendedor, sino de un familiar. También es posible que el anterior
dueño no haya pagado los gastos de la comunidad de vecinos o que la estructura
del edificio no esté en tan buen estado como parecía. Aunque la mayoría de las
transacciones de este tipo se realizan sin que haya ningún problema, siempre
hay un pequeño porcentaje de individuos que intenta aprovecharse de la
situación. Conviene estar alerta y realizar las comprobaciones oportunas antes
de pagar una señal al vendedor. Después del contrato puede ser tarde.
Revisar la vivienda
Lo más probable es que, quien se
decide a comprar una vivienda, haya visitado decenas de pisos antes de
encontrar el más adecuado. Por este motivo, estará acostumbrado a comprobar el
estado de ciertos aspectos del inmueble, como su estructura, si la instalación
de la luz y del gas esté en buen estado y si los grifos funcionan de manera
adecuada. Conviene asimismo medir las habitaciones, los pasillos y las terrazas
para conocer si el tamaño del piso coincide con lo dicho por su propietario.
También es aconsejable hacer
varias visitas a distintas horas del día. De esta forma, se puede observar si
la casa es luminosa u oscura, si es ruidosa en ciertos momentos o si los
vecinos son molestos.
La información que puedan dar los
vecinos sobre el edificio es importante
Otra información relevante que
aporta el propietario es el tipo de reformas que se han realizado y su fecha.
Si se han cambiado el baño o las tuberías, si se han instalado ventanas que
aíslen del frío o se ha reformado la cocina, la vivienda tendrá más valor.
Aunque puede ser un poco embarazoso, no está de más pedir al dueño que muestre
las facturas que justifican estas reformas.
Cuando el comprador estime que le
compensa adquirir la vivienda, debe hacer una oferta al vendedor. La mayoría de
los pisos siguen hoy en día sobrevalorados y, si antes era habitual que el
precio subiera si no se hacía la operación, hoy ocurre lo contrario. Tanto las
inmobiliarias como los particulares están acostumbrados a escuchar y atender ofertas
a la baja. El lema hoy es "todo es negociable". Según la información
de los expertos, pedir una bajada del 10% no es excesivo.
Preguntar a los vecinos
Los detalles que puedan dar los
vecinos también son importantes, así que en una de las visitas se puede
preguntar si hay algún problema en la escalera o en la propia vivienda que se
quiere adquirir.
En ocasiones, un piso es
demasiado barato por un motivo: hay gente molesta en el inmueble, rencillas con
algún residente... Es importante averiguarlo antes de que sea demasiado tarde.
Ir al Registro de la Propiedad
Cuando el comprador se haya
decantado por una vivienda, incluso con anterioridad a tomar la decisión, debe
ir al Registro de la Propiedad para conocer una serie de datos vitales sobre la
titularidad y las cargas que puedan pesar sobre el piso. Este paso es
fundamental. Incluso cuando se trate de personas a quienes se conozca o si la
compraventa se realiza en una localidad pequeña donde primen las relaciones de
confianza, la nota simple puede contener numerosas sorpresas. Por un precio
medio de 3 euros, cualquier ciudadano puede obtener este documento, en el que
figuran la ubicación y superficie de la vivienda, su propietario y si pesan
cargas sobre la casa.
En primer lugar hay que verificar
que la calle, el número y los metros cuadrados coinciden con lo que quiere
vender el propietario. Después conviene comprobar que el número de titulares es
el que ha declarado el vendedor. Si es un matrimonio, ambos tendrán que firmar
la compraventa, al igual que sucede si la casa pertenece a varios hermanos. Es
un extremo en el que se debe tener gran precaución, ya que si uno de los
copropietarios no está de acuerdo, el comprador se encontrará con una casa que
no es del todo suya.
En otras ocasiones, una orden
judicial ha cedido la vivienda familiar a uno de los cónyuges tras una
separación o divorcio y es el otro quien intenta venderla. La titularidad es,
por tanto, un aspecto importantísimo que conviene dejar muy claro.
Con la nota simple también se ve
si sobre la vivienda pesa una hipoteca. En algunos casos, el propietario hace
creer que la casa no tiene cargas y después el comprador debe afrontar una gran
deuda.
Del mismo modo, es conveniente
verificar que no está alquilada, puesto que, casi con toda seguridad, el nuevo
dueño tendría que respetar los derechos de los inquilinos y, si estos son de
renta antigua, la situación se tornará mucho más desfavorable para el
comprador.
Consultar en la comunidad de propietarios
Otra de las comprobaciones que se
debe hacer antes de adelantar el dinero es que el titular de la vivienda esté
al corriente de los pagos a la comunidad de vecinos. Para ello, debe hablar con
el administrador o con la junta de propietarios. De lo contrario, las deudas
pueden recaer sobre el comprador del piso.
Es imprescindible pedir una nota
simple en el registro para saber quién es en realidad el propietario
En el mismo acto se puede
preguntar si las instalaciones del edificio funcionan bien -el ascensor, la
calefacción, las bajantes- y si la estructura -muros, vigas, tejado- está en
perfecto estado. Además hay que cerciorarse de que no estén previstas derramas
de elevada cuantía que tendría que pagar el nuevo titular.
Otro de los datos que se debe
valorar es la cuota que se paga a la comunidad de propietarios. Algunas fincas
cuentan con portero, administrador, jardinero y limpiador, además de piscina y
zonas de recreo que hacen que la mensualidad sea muy elevada.
También hay que consultar si en
el inmueble se realizará una rehabilitación o reforma obligatoria. A partir de
este año, la normativa obliga a revisar los edificios de cierta antigüedad y a
hacer las reformas que certifiquen su seguridad. Además, los inmuebles de más
de cuatro pisos pueden verse obligados a colocar un ascensor. Mucha gente se
desprende de su vivienda para no tener que afrontar estos gastos adicionales,
de modo que es otro extremo que se debe tener en cuenta antes de pagar una
señal.
Acudir al ayuntamiento
Cada año los propietarios de una
vivienda tienen que abonar el Impuesto de Bienes Inmuebles, el IBI. Quien
quiera adquirir un piso de segunda mano debe verificar que esté pagado. Puede
hacerlo en el ayuntamiento o pedir al vendedor el último recibo.
Hacer comprobaciones en el banco
Antes de adelantar dinero, hay
que tener la seguridad de que el banco concederá la hipoteca
Antes de pagar una señal por la
vivienda, hay que estar seguros de que el banco concederá la hipoteca. Si al
final del proceso el interesado ha adelantado una fianza y no consigue el
crédito para pagar la casa, el propietario está en su derecho de quedarse con
el dinero.
Además, debe consultar los pasos
que debe seguir si la vivienda en venta tiene cargas. Una de las posibilidades
es quitar la hipoteca en el momento de la compraventa y la otra, subrogarse a
la hipoteca del titular. En este caso, hay que saber las cláusulas de la
entidad y comprobar si se pueden conseguir mejores condiciones en otros bancos.
Informarse en la comunidad autónoma
Al adquirir una vivienda de
segunda mano, hay que pagar una serie de impuestos, como el de transmisiones
patrimoniales y el de actos documentados. En total, los gastos de la compra
pueden llegar al 10% del valor del piso. Ante esta elevada cuantía, es muy
importante consultar en la correspondiente comunidad autónoma si el comprador
puede obtener algún beneficio fiscal. Algunas regiones rebajan el impuesto de
transmisiones patrimoniales casi a la mitad si los compradores son jóvenes,
forman parte de una familia numerosa o cumplen determinados requisitos,
diferentes en cada autonomía.
Es posible que, por unos meses,
el comprador reúna los requerimientos que le piden en su región para obtener
unas condiciones más beneficiosas y, en otros casos, puede retrasarse la compra
para cumplir los requisitos, ya que el ahorro es de miles de euros. Saber con
anterioridad los beneficios fiscales de la comunidad es clave para una buena
compra.
Por: Elena Izquierdo